Este nuevo vino ha sido obtenido de viñedos seleccionados de garnacha, de más de 50 años, ubicados entre 500 y 600 metros de altitud. La vendimia se realiza manualmente y el equipo técnico lleva a cabo controles de maduración minuciosos para determinar el momento óptimo para su vendimia.
La elaboración del Nabulé es totalmente tradicional y la extracción del mosto se caracteriza por suaves remontados. El vino permanece en depósito durante 3 meses, pasando después a crianza en barrica nueva de roble francés de 500 litros. Nuestros enólogos han realizado catas periódicas para determinar el momento óptimo de embotellado, de manera que la permanencia en barrica ha sido de 8 meses.
Producto singular, sutil y elegante, donde prevalece el carácter “terroir”. En el Nabulé predominan los aromas a fruta fresca, con tonos de fresas silvestres. En boca, este vino es refrescante, lo que nos permite disfrutar de su largura. Del mismo modo, su equilibrada acidez en boca nos indica que el vino seguirá creciendo en botella durante varios años si se mantienen unas condiciones óptimas de conservación.