Castello Banfi Col Di Sasso Toscana IGT Col di Sasso es uno de los vinos Banfi más conocidos y apreciados a nivel mundial. El nombre del vino se traduce como ‘colina rocosa’ y se produce a partir de una mezcla de Cabernet Sauvignon y Sangiovese, cultivados en las laderas más rocosas e impermeables de la finca Banfi, en la región de Montalcino. El maridaje perfecto entre estas 2 variedades dio lugar a un vino tinto joven, pero concentrado y extremadamente afrutado. Color: rojo rubí, intenso. Aroma: Fresco, afrutado, con notas especiadas. Sabor: Completo y delicado, bien equilibrado, fácil de beber. Asociaciones culinarias: Se puede unir con éxito a los platos principales elaborados con carne blanca.
Es una mezcla de uvas Cabernet Sauvignon y Sangiovese cultivadas en viñedos en las laderas de la parte sur de la Toscana. El Cabernet imparte un sabor y cuerpo audaces, mientras que el Sangiovese agrega estructura y fruta picante.
Rico en taninos suaves, brindando sabores persistentes de frutas negras y sutiles toques de humo, con un final persistente.
BODEGA |
Banfi |
D.O. |
Toscana I.G.T. (Italia) |
FORMATO EN L |
0.75 |
PESO EN GRAMOS |
1000 |
GRADUACIÓN |
13,0º |
AÑADA |
2019 |
VARIEDADES |
Sangiovese-Cabernet Sauvignon |
TIPO DE VINO |
Vino tranquilo |
PAÍS |
Italia |
REGIÓN |
Toscana |
PUEBLO/CIUDAD |
Montalcino (Italia) |
Rico en taninos suaves, brindando sabores persistentes de frutas negras.
y sutiles toques de humo, con un final persistente.
Desde los fenicios y sobre todo los griegos, en el tiempo del Imperio Romano los italianos adaptaron el vino como un alimento más en su dieta diaria, tanto ricos como pobres, era un elemento plenamente cultural y como tal, se beneficiaron de él por todos los medios posibles, ya que la exportación e importación fue un gran soporte para la economía romana. Ya en tiempos modernos, los pequeños productores salen de las cooperativas y empiezan a producir por ellos mismos, en pequeñas bodegas y terruños. La gran emigración propicia una gastronomía mundialmente reconocida obtiene como resultado el posicionamiento internacional de los vinos italianos en el mundo. La tendencia actual se dirige hacia el redescubrimiento y valorización de las variedades autóctonas, más respeto por el medioambiente, una concretización de estilos después de 3 décadas de experimentación y una afirmación del movimiento del vino natural.
La modernidad y mercado global amenazan la tradición y la autenticidad. Pero persisten muchos productores y productos con tradición, como los Chiantis y los Moscatos d'Asti. En contraposición, Italia está plagada de espíritus libres por debajo de la superficie visible de la gran prensa y el gran comercio, que hacen un producto excepcional.
Definiremos los vinos de Italia entendiéndola en esta definición: es un microcosmos cerrado en si misma: tiene estilos y uvas que solo se encuentran allí, es enorme y difícil de sintetizar, pero única en todos los sentidos.