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Tamaños:
Pequeño: Entre 14 y 18 cm
Mediano: Entre 16 y 21 cm
Grande: Entre 21 y 23 cm
Extra-Grande: Entre 24 y 30 cm
(Los Tamaños son puramente orientativos)
La magia de la luz y los colores
La lámpara de sal cristalizada del Himalaya es un ionizador natural, que nos da una combinación mágica de luz y color, y además equilibra el exceso de iones positivos, perjudiciales para la salud, gracias a la presencia del yodo salino, que enriquece el ambiente con los iones negativos.
La sal contiene todos los oligoelementos necesarios para el buen funcionamiento del organismo humano. Esta sal tiene su origen en los primeros instantes del nacimiento de nuestro planeta, se calcula que tiene 250 millones de años.
Terapia a través de los colores:
El naranja es estimulante, proporciona sensaciones de bienestar, relaja el estrés, calma la ansiedad y activa los riñones y vejiga.
El amarillo intensifica la concentración y la capacidad intelectual y estimula el hígado y la vesícula.
El rojo refuerza el sistema circulatorio y el corazón y activa la energía vital.
El rosa favorece el amor y la convivencia.
La luz blanca da claridad de ideas y energía.
Efectos curativos de los iones negativos:
La lámpara de sal aumenta en un 300% el número de iones negativos y nos proporciona un ambiente fresco y saludable en nuestro hogar.
Los iones negativos proporcionan una mejoría considerable en casos de dolor de cabeza, jaquecas, asma, gripe, colesterol y mala circulación sanguínea.
Cuidado y mantenimiento:
Limpiarla con un cepillo o un paño seco.
Se puede tener encendida muchas horas, porque lleva una lámpara de 15 watios y no llega a calentarse.
Meditación de Luz con la lámpara de sal cristalizada
Tómese al menos 20 minutos de tiempo.
Relájese y siéntese con la espalda recta en una silla y coloque la lámpara de sal delante de usted.
Enciéndela. Mire la luz y deje que ésta penetre en su cuerpo y en su mente.
Cierre los ojos y sienta la luz y el calor en su pecho.
Deje que la luz le invada poco a poco hasta notarla en el plexo solar y en la cavidad abdominal.
Si lo desea, ya puede abrir los ojos de vez en cuando para que penetre más luz en su interior.
Sentirá como llega hasta sus brazos, sus caderas y sus piernas, descendiendo hasta los dedos de sus pies.
Deje ahora que la luz suba hasta la nuca y disfrute de la sensación de estar lleno de luz.
Piense en las personas con quienes desearía compartir estos momentos de meditación y relajación y expanda su amor incondicional.
Poco a poco, muy lentamente, vaya notando cómo la luz se disuelve en su interior.
Abra los ojos y continúe todavía unos instantes contemplando la luz de la lámpara.
