INFORMACIÓN
Utilizar esta esponja 100% natural y vegetal (apta para veganos) es una gran inversión para tu cuerpo y el medio ambiente. Comparada con las sintéticas cuida tu piel y estimula el riego sanguíneo, manteniendo así tu cuerpo relajado y más sano de una manera suave.
Según su uso y conservación la durabilidad de esta esponja es de unos 4 a 6 meses.
Entre sus principales ventajas destacan:
- Reduce y limita la posible aparición de la celulitis.
- Elimina las células muertas ayudando a una limpieza profunda de tu piel.
- Ayuda a reducir el exceso de grasa de la piel.
- Previene y controla la aparición del acné.
- Funciona como relajante muscular.
- Tras su vida útil se puede compostar por lo que no deja ningún tipo de residuo dañino para el medio ambiente.
Además, su elaboración es artesanal desde la plantación hasta el producto final. Sin utilizar químicos dañinos ni herbicidas.
¿CÓMO USARLO?
Humedece la esponja de luffa y añádele si lo consideras jabón o gel de ducha. Posteriormente frótala contra tu piel mediante suaves movimientos circulares.
También la puedes usar para exfoliar tu piel en seco. Siempre y cuando no se sufra de psoriasis, eccemas, erupciones o cualquier otra dolencia de la piel. Además, de varices o flebitis.
COMPOSICIÓN
100% natural a base de luffa.
La luffa es un vegetal de la familia cucurbitaceae (la misma que el calabacín).
RECOMENDACIONES
Para cuidar la esponja y alargar la vida útil, se recomienda tras cada uso aclararlo, escurrirla y dejar secar al aire libre en un lugar aireado. Siempre que puedas cuélgala o déjala sobre una rejilla que permita la circulación de aire ya que de esta forma se previene la proliferación de bacterias.
Si tu baño es muy húmedo, puedes incluso secarla un poco con cualquier toalla.
Periódicamente, para eliminar el crecimiento bacteriano, es recomendable:
- Hervirla durante unos tres minutos o;
- meterla húmeda en el microondas en un ciclo de unos 10 a 20 segundos.
Cuando observes que la esponja cambia de color, se ablanda demasiado y/o coge mal olor es el momento de convertirlo en compost y sustituirlo por una nueva.